
GABRIEL ROLON – 4 ENCUENTROS MAGISTRALES SEGUNDO CICLO
Sabados de Julio, 22:00 Hs
En la antigua Grecia el diálogo fue el modo de tentar al pensamiento. Los Diálogos de Platón inauguraron un método para abordar los enigmas de la condición humana. Siglos después, el Psicoanálisis recuperó un lugar para el lenguaje e invitó al analista y su paciente a un diálogo distinto, donde las palabras no siempre dicen lo que parece y los silencios están llenos de significados ocultos.
Retomando el arte de la conversación, Gabriel Rolón transitará el mismo camino para buscar algún sentido a los temas que nos desvelan desde siempre.
Encuentros es una invitación a suspender por un momento el ruido cotidiano y pensar. Animarse a mirar hacia adentro aun temiendo lo que podamos descubrir.
Cuatro entrevistas a cargo de Bernabé Tolosa.
Primer Encuentro: La Felicidad
La felicidad es uno de los temas que más ha desvelado a la humanidad. Desde siempre. Quizás porque vivimos en un universo un poco injusto e indiferente y sentimos que debería haber algo que justificara nuestra existencia. Y es allí donde encuentra su lugar la felicidad. Como esa experiencia que de la mano del amor, la vocación o las pasiones es capaz de darle un verdadero sentido a la vida.
Segundo Encuentro: El Duelo
Pensar el duelo es pensar en la posibilidad de vivir de pie y conservar los sueños después de cosas tan dolorosas como una muerte querida o la pérdida de un amor. El duelo es una madeja que entrelaza el hilo del amor y el del dolor. El duelo es la aventura más vital a la que está convocado todo aquel que haya perdido algo que amó.
Tercer Encuentro El Pecado:
El pecado tiene una fuerte impronta religiosa. ¿A qué negarlo? Pero preguntémonos qué relación hay entre lo prohibido y el deseo, entre el deseo y el amor. ¿Puede vivirse sin pasiones? Si la respuesta es «no», deberemos pensar entonces qué hacer con esas pulsiones que, nos guste o no, nos empujan al territorio de lo indebido.
Cuarto Encuentro: La Mentira
Habitar el mundo humano es transitar por la palabra. Estar condenados a hablar es aceptar que la verdad está perdida para siempre. ¿Qué lugar ocupa la mentira en nuestra vida? ¿Cómo juega en nuestras relaciones de pareja, de amistad o, lo que es todavía más importante, en el vínculo que tenemos con nosotros mismos?